El pasado 11 de abril se organizó una jornada dedicada a la puesta en común de conocimientos y experiencias en el marco del proyecto europeo Divercities (European Cities for Diversity and Participation).
La sesión inició con una ponencia teórica sobre participación e interculturalidad por parte del equipo de Tenerife. Se presentó un informe sobre la aplicación de las metodologías participativas apuntando a las dificultades existentes para construir la noción de comunidad. En este sentido, se proponía que la participación comunitaria fuera la metodología elegida para la implementación de procesos participativos con el fin de lograr resultados transformadores y con aprendizajes para las personas que ellos se implican.
A continuación, las tres ciudades RECI socias del proyecto, Castelló, Logroño y Zaragoza, presentaron sus experiencias en la implementación del proyecto, y en concreto, del diseño e implementación de las Asambleas Interculturales.
Castelló puso en marcha las asambleas interculturales fomentando la colaboración entre diversas áreas municipales. A través de la creación de espacios de trabajo compartidos, se ha realizado un trabajo interdepartamental con el objetivo de incorporar el enfoque intercultural en los proyectos e iniciativas. Además, se ha favorecido la interacción entre entidades sociales que no habían trabajado conjuntamente, abriendo las posibilidades de crear respuestas más integrales a las demandas de la ciudadanía.
La aproximación de Logroño a las asambleas interculturales se planteó como un mecanismo de apertura de un proceso participativo transversal e intersectorial que permitiera conocer las opiniones y percepciones en torno a la convivencia intercultural, tratando también de recopilar posibles actuaciones para incorporar a las políticas públicas.
Zaragoza, por su parte, planteó las asambleas interculturales como un testeo del estado y evolución de las estrategias antirumores implementadas en la ciudad y como un punto de partida para la reactivación de las mismas. Mediante la formación e información a diferentes agentes implicados en la convivencia intercultural se ha podido recabar datos para sentar las bases de la construcción de una nueva estrategia antirumores de la ciudad.